Me aplasta la hermosura
de los cuerpos perfectos,
las sirenas que ululan en las noches de fiesta,
los códigos de barras,
el baile de etiquetas.
Me arruinan las prisas y las faltas de estilo,
el paso obligatorio, las tardes de domingo
y hasta la línea recta.
Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran
a sus ideales sobre los de cualquiera.
Me cansa tanto tráfico
y tanto sinsentido,
parado frente al mar mientras el mundo gira.
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viernes, 12 de agosto de 2011
Te dejo abierta la ventana. Para que te cueles cuando quieras como los gatos. Para que me aúlles como los lobos a la luna... Para que estes conmigo cinco minutos. Y cinco más, y cinco más...
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