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jueves, 23 de diciembre de 2010





Y la vida siguió,
como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
Absurdo,
como un Domingo por la tarde,
como las balas por el aire,
como el puto despertador.
Así malgasto las horas
 voy quemando los recuerdos
me he bebido sus caricias
y ahora me fumo sus besos.