Seguidores

domingo, 9 de enero de 2011

:)

Y cuando menos te lo esperas, 
cuando crees que todo va en el sentido equivocado,
 que tu vida, programada en cada mínimo detalle está naufragando... 
de repente, sucede.
 Quiero oírte más, tu voz gritar, ese susurro loco.

Dicen que las sonrisas son contagiosas. Y si contagio la mía a alguien que me la contagiará luego otra vez a mi, me encontraré envuelta en un mundo de alegría del que no podré salir.

Pasan los minutos. Pasan las horas. Pasa algún día. Ya ha hecho de todo. Pero resulta muy difícil escapar del propio silencio. Puedes escapar del ruido del río y del de las hojas al viento, pero el verdadero ruido está dentro de ti.



Como una estrella perdida, vagué en tu universo y tuve sed, y sin pensarlo dos veces, pusiste el océano a mis pies.

Cuanto más me sujetas, mas miedo tengo de caer.