Me aplasta la hermosura de los cuerpos perfectos, las sirenas que ululan en las noches de fiesta, los códigos de barras, el baile de etiquetas. Me arruinan las prisas y las faltas de estilo, el paso obligatorio, las tardes de domingo y hasta la línea recta. Me enervan los que no tienen dudas y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera. Me cansa tanto tráfico y tanto sinsentido, parado frente al mar mientras el mundo gira.
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martes, 7 de diciembre de 2010
Los caminos se difurcan, cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir…
Desde tú camino ves a la otra persona cada vez más pequeña.
No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, y ahí está ella, y al final solo ocurre una cosa, llega el puto invierno, ya no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en que momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas…
Mucho antes…y es ahí justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y que por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo.
Sé que esta preocupado por su hija, porque esta con un tio que va en moto, dando bandazos, a 200 por hora porque no quiero enterarme de lo que pasa alrededor... pero de repente, aparece alguien que te dice que tranquilo, que aflojes, y cuando aflojas, te das cuenta de las cosas, como que entre esas botellas hay un premio de baile, que está sonando mi canción favorita, que hoy es martes trece, y que Rosana se escaparía ahora mismo contigo a cualquier parte del mundo, pequeños detalles... Y su hija, me hace ir lento... me hace sentir bien.
Ya no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en que momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas…
Mucho antes…y es ahí justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y que por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, jamás volverás a estar a tres metros sobre el cielo.
De repente ocurre, algo se acciona, y en ese momento sabes que las cosas van a cambiar y es ahí cuando te das cuenta de que todo ocurre solo una vez, porque al final, el camino que creías que volvería.. difiere.
Una sensación que recorre tu cuerpo a 100.000 bytes por segundo, haciendo bombear tu corazón a mil por hora. ¿Cómo lo sientes? ¿Por qué lo sientes? ¿Con quién lo sientes? Todo depende, pero una cosa es segura: es el momento en el que te tientes vivo. El instante en el que tomes la decisión que tomes, nada volverá a ser lo mismo. Unos lo llaman amor, riesgo, peligro, pero a mi me gusta llamarlo por su nombre, o esa sensación vertiginosa que provoca el estar a tres metros sobre el cielo...
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ME ENCANTA TU BLOG! por favor, no dejeees nunca de publicar, me encanta enserioo! :)
ResponderEliminarAy, muchas graciaaaaas :) Me alegro de que te guste:D Sígueme si quieres!
ResponderEliminarMe paso por el tuyo, 1Besito!